lunes, 13 de octubre de 2008

Jean-Luc FAVRE Journaliste FRANCE

La crisis financiera que sacud actualmente l' economía internacional, y por consiguiente numerosos Estados; y a pesar de los dictámenes y conclusiones que tranquilizan d' expertos y d' economistas internacionales, n' es que el principio estén en seguro d' una serie de grandes convulsiones económicas y sociales cuyo l' increíble complejidad escapa en adelante a sus principales operadores, y cuyo pico máximo amanecerá a l' horizobn 2O12. (Los cuatro próximos años arriesgan d' ser sin embargo difíciles). La quiebra de los grandes sistemas, recurrente en l' reabsorbida historia, y nunca completamente, cuestiona principalmente, el fallo moral de altos responsables políticos y financieros, en su abominable pretensión que debe quererse orientar y administrar a su manera el destino humano, sin tener en cuenta su naturalité original, y de las profundas aspiraciones de los hombres hacia la" Vida Bienheureuse". Él s' siga que l' ignorancia voluntaria de los fundamentos de toda vida terrestre trae inevitablemente a los resultados desastrosos que conocemos aujourd' hoy, cada uno devolviéndose espalda a espalda la responsabilidad ética d' tal fiasco universal, siguiendo al mismo tiempo pronunciando por todas partes en el mundo grandes discursos de paz y solidaridad. En verdad todo esto n' es que mentira y absurdidad, puesto que los mismos s' enriquecen, y los mismos s' empobrecen sin verdadero cambio desde décadas… L' ser humano n' no es una simple mecánica ocasional que opera en un cuerpo empresarial determinado del nacimiento a la muerte… esta visión es simplista y muy peligrosa para convertírseella en planetaria. En cambio l' hombre exige más respeto dentro de su origen, y de su vocación que debe existirse tanto en qu' hombre simplemente. C' es porqué nosotros pertenece a partir mainteant de de seguir siendo vigilante y prudente sobre lo que va a seguir y cuyos vencimientos ya son visibles. ¿Más pobreza? ¿Más hambres? ¿más Enfermedades? ¿Más guerras? ¿Es eso bien que queremos para nuestros niños?

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